Si tienes un proyecto y te faltan recursos para iniciarlo, el endeudamiento responsable es una opción; el detalle es cómo manejar las deudas a tu favor.
A menos que seamos ricos desde la cuna, hayamos recibido una herencia o sacado la lotería, todas las personas tendremos que trabajar arduamente y ahorrar para alcanzar objetivos como comprar una casa, un auto, pagar una maestría o la colegiatura de nuestros hijos.
Sin embargo, en muchas ocasiones la propia disciplina y planeación nos permite alcanzar nuestras metas en un largo plazo, y lo que permite el crédito es traer a valor presente dinero futuro. Es decir, si te pones a ahorrar desde hoy, quizá en 20 años puedas comprar tu casa de contado, pero en efecto, para eso tendrás que esperar 20 años.
Ahora, si tu capacidad financiera te lo permite, tienes un empleo estable y un ingreso fijo, alcanzar esa meta podría estar a la vuelta de la esquina a través de un crédito y entonces sí, por los próximos 20 años te dedicas a pagar tu casa mientras vives en ella
Bajo esta óptica, los intermediarios financieros pasarían a ser tus aliados. Ya sabemos que el cobrar por el financiamiento es parte de su negocio, pero tú decides con quién contratas dependiendo de la facilidad que tengas de acceder a él y el costo que te cobren por el financiamiento.
Sin embargo, en el uso del crédito, existen errores que hacen que la relación entre usuario y entidad financiera vaya en deterioro.
Cómo manejar las deudas de manera errónea
1. Utilizar un crédito para algo que no necesitas: los lentes de sol a 50 meses sin intereses comprando hoy y empezando a pagar en medio año pueden ser una súper oferta, pero si no los necesitas, ¿para qué comprar eso?
2. Tarjetazos: cada vez que das “tarjetazo” debes tomar en cuenta que tarde o temprano será dinero que tendrás que pagar. Es muy fácil andar firmando por todos lados, el problema está cuando llega el estado de cuenta y no puedes pagar ni el mínimo.
3. Tener muchos créditos: de repente ya tienes el crédito automotriz, dos o hasta tres tarjetas de crédito bancarias y una departamental, más un préstamo de nómina y quieres pedir un hipotecario. ¡Imposible! En algún momento tu capacidad no te dará para cumplir con tantos compromisos.
Recuerda que siempre es necesario evaluar, ya sea que compres a crédito o de contado, si realmente necesitas lo que estás comprando y si lo podrás pagar. Eso podrá garantizarte una buena relación con el crédito a futuro y tener un buen historial crediticio.