Cada vez encontramos más participantes de la economía colaborativa, como es el caso de las nuevas plataformas que han surgido para mejorar la manera de transportarse de la gente.
Uno de los países en donde se inició esta tendencia es Estados Unidos, con el alquiler de los taladros domésticos. Te parecerá extraño, pero a una persona, de nombre Brian Chesky, fundador de la compañía Airbnb se le ocurrió iniciarse en este tema de la economía colaborativa al darse cuenta de que los taladros se usaban en promedio 13 minutos en toda su vida útil y tenía más sentido alquilarlos y generar ingresos, que tenerlos detenidos.
Algo similar pasó entonces con el transporte, pues se estima que un auto pasa en promedio 95 por ciento de su tiempo sin moverse.
De acuerdo con datos del periódico El País, en España existen 29 millones de vehículos y sólo 5 millones salen a circular, pues además se calcula que alrededor de 100 millones de asientos de todos estos autos se mantienen vacíos a lo largo del día.
De ahí que la economía colaborativa busca compartir bienes subutilizados o la prestación de servicios, utilizando principalmente plataformas tecnológicas y el internet.
Una plataforma que ha tenido mucho éxito bajo este concepto es Uber, de la que es accionista Google y está valuada en alrededor de 45 mil millones de dólares. A través de esta aplicación, se conectan pasajeros y conductores y comparten su ubicación a través de GPS para que el vehículo pueda pasar por una persona a algún lugar y llevarla a otro.
¿Qué gana Uber? Dado que sólo se aceptan pagos con tarjeta de crédito, Uber cobra una comisión de 20 por ciento por los viajes que se concretan a través de esta aplicación.
Otra plataforma que ha cambiado la manera de transportarse de la gente es Carrot. Es un programa de carsharing donde se rentan los vehículos por periodos de tiempo. Tiene 32 estaciones en donde se pueden abordar los vehículos, mismos que deben regresar al mismo punto. De esta manera, la compañía ya tiene presencia en el centro de la Ciudad de México (en zonas como Polanco, Roma y la Condesa), además de Santa Fe y Las Águilas y ha instalado puntos en las universidades UDLA de Puebla e ITESM en Monterrey.
Carrot identifica a tres usuarios principales de sus servicios: el primero, es el usuario que viaja en transporte público, pero ocasionalmente necesita usar un vehículo; el segundo, es el estudiante que vive muy cerca de su universidad (por esto instalaron las estaciones en Puebla y Monterrey) pero a veces tiene que ir a comprar artículos para sus estudios o salir con sus amigos o su pareja y el tercero, está conformado por pequeñas y grandes empresas que quieren tener una flotilla de autos, pero sin la responsabilidad y el gasto de mantenerla.
Otra empresa similar es Tripda, a través de la cual permite que las personas puedan compartir su auto para realizar tanto trayectos largos como cortos. Ya que Tripda se creó para compartir costos más que para que el propio conductor gane dinero, los viajes son más baratos para todos los usuarios.
BlaBlaCar, es otra empresa de carpooling similar a Tripda, que conecta a los conductores con pasajeros que van al mismo destino. Esta empresa se apoya en la tecnología y una aplicación móvil para hacer crecer este concepto de viaje que resulta más barato, sustentable y eficiente para todos los usuarios.
Como puedes ver, estas empresas están revolucionando la manera en la que los usuarios se transportan en distancias cortas y largas. Además de cuidar el medio ambiente, son una excelente opción para cuidar la economía del usuario.