Hoy te diremos la definición de gastos fijos y variables, componentes base de un presupuesto. Detectarlos te permitirá entender a dónde destinas tu dinero y cómo hacer para que te rinda más.
Un gran porcentaje de los mexicanos que viven endeudados, desconocen las prácticas y herramientas que les ayudaría mucho a mejorar su situación financiera. Si fuera tan sencillo como reconocer en qué gastaste todo tu dinero, para cambiar tus hábitos. Pero lamentablemente esto no siempre sucede; necesitamos de una educación financiera para detectar nuestros gastos.
La Comisión Nacional para la Defensa y Protección de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), elaboró una encuesta cuyos números dejaron claro que los mexicanos no tienen el control de su dinero, puesto que no realizan un presupuesto.
El presupuesto es una herramienta que sirve para administrar correctamente tus recursos, sobre todo si consideras que éstos son limitados; también te ayuda a identificar gastos innecesarios; te permite conocer tus posibilidades de ahorro para lograr tus objetivos y finalmente para delimitar tu capacidad de pago.
Para realizar un presupuesto es necesario que tengas en cuenta tus ingresos. En ocasiones pueden existir ingresos variables, pero para la mayoría casi siempre son fijos, es decir, aquellos que percibes con regularidad, un ejemplo de ello puede ser tu salario, que recibes cada quincena o semana.
El presupuesto también está compuesto por gastos. En este rubro existen dos tipos: los variables y los fijos. Los variables que son aquellos que no requieres hacer mes con mes, o quincena con quincena; en algunas ocasiones dependen del estilo de vida de la persona, y en su mayoría, son gastos de los que se puede prescindir. Visitas al restaurante, las refacciones de tu automóvil, un viaje de fin de semana o esos lujos que te das de vez en cuando, entran en este rubro.
Mientras que los gastos fijos son aquellos que son necesarios, por ejemplo, comer, vestirte, transportarte a tu trabajo, pagar la luz, el gas, la renta.
Necesitamos recurrir a los gastos para satisfacer nuestras necesidades. Lamentablemente en veces nos sobrepasamos y nos llevamos al límite. Un ejercicio útil es generar una lista y definir si puedes reducir algunos y ahorrar parte de lo que destinas a este rubro.
Clasificar tus gastos te facilitará la tarea de llevar el registro de ellos. Échale un ojo a la siguiente forma de catalogarlos:
- Gasolina, servicios, estacionamiento, tenencia, verificación, seguro.
- Renta u hipoteca; gas, luz, agua, teléfono, mantenimiento.
- Alimentos, artículos para la limpieza del hogar, artículos para la higiene personal.
Ahora que sabes más de los gastos fijos y gastos variables, ya no hay pretexto, toma papel y lápiz y realiza tu presupuesto; tus finanzas personales te lo agradecerán y es una excelente forma de que comiences a educarte financieramente.