La mayoría de los recursos del planeta son finitos, razón por la que cada vez es más recurrente la pregunta cómo ser consumidor responsable.
A simple vista podrías pensar que no importa si consumes de más, sin embargo, sí importa, ya que ello no repercute sólo en la administración de tu dinero, también en los recursos naturales disponibles, ya que la mayoría no son renovables.
Tus decisiones de consumo afectan a tu entorno inmediato, pero también el social y el ambiente. Por ello, la definición de consumo responsable implica la elección de productos y servicios no sólo por su calidad y precio, también por su impacto ambiental y social.
Realizar un consumo responsable implica cubrir sólo nuestras necesidades básicas, es decir, consumir menos, o sólo lo indispensable, estamos acostumbrados a desperdiciar sin medir las consecuencias de esto. Un claro ejemplo de lo anterior, es cuando compras de más y la comida se echa a perder, una forma de evitarlo y tener mejor control de tu dinero es realizar menús semanales.
Es muy sencillo, podrías llevar un registro de lo que realizarás cada día para la comida, exactamente igual que con un presupuesto, sólo que esta lista sería un poco más específica, ello te ayudará a que sólo compres lo necesario y evitar la descomposición de lo que no fue utilizado.
Lo mejor de todo es que, gracias a este método, realizar tu presupuesto será mucho más sencillo, o prácticamente también lo estarás haciendo, porque estarás incluyendo todos los ingredientes y podrías también poner su costo una vez que lo hayas comprado.
Otra recomendación que podría ayudarte a no realizar un consumo desmesurado, y que al final provocará desperdicio de recursos, es que justo cuando veas un artículo te preguntes si lo necesitas realmente, o si sólo lo viste y decidiste comprarlo. También es importante que recuerdes lo que tienes en casa, para asegurarte que no estás comprando un artículo con el que ya cuentas.
Hoy existen alternativas que benefician tu bolsillo y además tu salud, porque el consumo responsable se convierte en un círculo virtuoso, por ejemplo, los huertos urbanos producen alimentos libres de pesticidas u otras sustancias utilizadas en grandes parcelas.
También puedes reciclar o reutilizar algunos de los artículo con los que ya cuentas, ello ayudaría a aminorar el impacto que realizas al ambiente.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), ser un consumidor responsable es tomar conciencia de que cada vez que consumes puedes afectar o beneficiar tu calidad de vida y los recursos con los que cuentas, afectando para bien o para mal tu entorno cercano.
De igual forma, recomienda que consideres, por ejemplo, compartir el coche con tus vecinos, herramientas, libros, o algún otro artículo que sólo utilices en una ocasión y ellos te puedan prestar o viceversa.
Consumiendo responsablemente no sólo ayudarás a conservar el planeta, también lo harás con tu cartera. Estas recomendaciones no requieren de un gran esfuerzo, las puedes integrar rápidamente como hábitos a tu vida.