Aunque la mayoría de los mexicanos quisiera ser su propio jefe, muy pocos están preparados para lograrlo. Aprende cómo enseñarles a tus hijos a emprender.
Y es que probablemente desde la escuela no se nos educó para ello, sino que en general tenemos la formación educativa para ejecutar órdenes más que para ser propositivos y generar ideas.
Lo importante es que hoy tenemos la oportunidad de hacerlo distinto y fomentar en nuestros hijos ideas para convertirse en emprendedores desde los primeros años de edad, así que si has notado que tu pequeño tiene esta
inquietud, ayúdalo a encontrar la forma de detonarla.
1. Creatividad
Identifica en qué parte tiene talento tu hijo o le gusta ser creativo y proponer cosas. Por ejemplo, si a tu hijo le gusta cocinar juntos pueden preparar gelatinas que tu niño pueda vender en su escuela o entre sus vecinos.
2. Quítale la timidez
Quizá a tu hijo le gustaría emprender pero te das cuenta que es un poco tímido para hacer las cosas por él mismo. Aprovecha la oportunidad para que comience a soltarse. Tu presencia le hará sentir seguro pero no hagas las cosas por él.
3. Tolerancia a la frustración
Habrá momentos en los que sus ventas o su proyecto no esté resultando tan exitoso. Por ejemplo, la venta de gelatinas arrancó muy bien las primeras 2 semanas pero después ha disminuido. Ayúdale a comprender desde ahora que hay ciclos y que para mantener buenas ventas es necesario la innovación y la constancia, en lugar de darse por vencido.
4. Administrarse
No importa lo pequeño que sea, desde muy corta edad puedes inculcarle hábitos como la buena administración, el ahorro y el gasto eficiente. Cuando le ayudes a comprar los insumos para preparar las gelatinas, enséñale a comparar, ahorrar, encontrar los mejores precios, darle un buen aprovechamiento al momento de ocupar los productos, sacar cuentas de lo que puede vender y enseñarle que de las ganancias una parte es para él y otra se tiene que seguir reinvirtiendo para hacer crecer el proyecto.
5. Despierta su imaginación
En cada paso no te olvides de fomentar su imaginación y déjalo ser. No importa que a ti no te guste el color verde y tu hijo quiera que los empaques o los recipientes de su producto sean de ese color. Eso le ayudará a conocer el resultado de sus decisiones, quizá el color verde le haga vender más y si no, tendrá que ir haciendo pruebas hasta que dé con el gusto del público. Lo más importante es que en todo momento sienta tu apoyo y le hagas sentir que sí se puede.