¿Estás en un plan de austeridad? Perfecto, pero no significa que no puedas divertirte. Aquí daremos algunos consejos de cómo evitar gastos extras en tus salidas.
Por la razón que sea que estás iniciando ese plan en el que requieres reducir tus gastos, éste no debe convertirse en un tormento, tal vez esa sería la primera regla para poner las finanzas personales en orden: que no se vuelva algo complicado, de lo contrario tarde o temprano lo dejarás.
Así es, estos pasos deben ser prácticamente sin que te percates, ello facilitará convertirlos en hábitos, y es que generalmente relacionamos la diversión con dinero, ya sabes lo que dicen “con dinero baila el perro”, pero es una forma inadecuada de ver un ajuste en tus finanzas.
Lo primero que siempre debes tener claro es que puedes divertirte, pero ello no significa sacrificar el gasto de días posteriores, porque una de las cosas que normalmente suceden cuando gastamos de más es pensar “ya veré cómo le hago, mientras disfruto el momento”.
Presupuesto topado: Sonia Sánchez Escuer, autora del libro Diario de una oveja financiera, dice que este tipo de presupuesto es en el que tú mismo estableces tus límites, además de que te das cuenta de los excesos en los que incurres, lo que definitivamente te servirá para tomar cartas en el asunto.
Si te conoces y reconoces como comprador compulsivo que piensa que no hay mañana, este tipo de presupuesto es ideal para ti.
Puedes establecerlo como mejor te convenga, es decir, por día, semana o mes. Lo que sí importa es que establezcas una cantidad fija para cada uno de tus gastos.
Por ejemplo, vas al cine como sabes de las tentaciones que encontrarás decides comer antes, así será más difícil que algo se te antoje. Lleva el dinero exacto para los boletos y si puedes comprarlos antes para que llegues directo a la sala, mejor.
Así, no comprarás palomitas, que son como parte de todo este ritual que hacemos cuando vamos al cine, muchas veces sin pensarlo y que muchas veces ni siquiera te acabas. Por lo que ese dinero se va literalmente a la basura.
Otro ejemplo muy claro es cuando tienes contemplada la compra de algún aparato tecnológico, en este tipo de compras pasa algo muy característico, tal vez por el esfuerzo que representa comprar un producto de esta naturaleza, y ello es querer comprar también todos los accesorios para protegerlo lo más que se pueda.
Te dejas convencer por el vendedor que es importante tener una funda, un limpiador para la pantalla, un pañuelo especial, y no, no es que esté mal, lo que sí es equivocado es comprar algo que no has planeado, para comprar todos los accesorios deberás pensar en ahorrar, al igual que lo hiciste para adquirir este producto, es importante que aprendas a decir no.
Si acostumbras a salir los viernes establece una cantidad máxima que puedes gastar, genera un balance si te conviene ir en coche o pagar taxi, a lo mejor por comodidad prefieres el coche, pero también tienes que pagar el estacionamiento y la propina del valet, contempla todo ello y luego decide.
Si elegías lugares muy caros, es momento de cambiar tus hábitos, platicalo con tus amigos, seguro a ellos les parecerá una buena idea. Incuso podrías realizar las reuniones en tu casa y hacer la famosa “vaquita” para comprar lo que necesitan, el resultado será muy divertido.
Si pese a realizar tu presupuesto topado hay rubros en los que te fue imposible respetar tus límites, es importante que hagas una reestructura y pienses porque estás gastando tanto en ese rubro o si tu meta fue poco realista.