Nadie nos enseñó la importancia de administrar nuestro dinero; para impulsar los buenos hábitos te damos tips sobre cómo fomentar el ahorro.

En cuestión de finanzas personales no hay reglas, sólo generalidades que cada quien debe tropicalizar de acuerdo a su estilo de vida y recursos. Lo que sí hay son fundamentos clave que te pueden guiar.

Así como nadie te enseñó a administrar el dinero, tampoco se nos inculcó el ahorro de manera formal. Es posible que en tu niñez tuvieras una alcancía en la que guardabas tus domingos, pero algo pasó en el proceso que ese hábito desapareció.

Y es aquí donde aparece una de las palabras claves: hábito. El ahorro requiere de esta cualidad para que después de un tiempo, lo realices de forma tan mecánica que ni te des cuenta.

El hábito no es algo sencillo de instaurar. Al principio cuesta mucho trabajo, sobre todo porque lo vemos como un sacrificio y no como una forma de lograr metas. Por ejemplo, que tal si tu meta se llama vacaciones de Semana Santa. Seguramente este nombre y apellido te impulsará para ser disciplinado y cumplir con lo propuesto. Los objetivos que te impongas pueden ser muy diversos y tan a largo plazo como lo decidas, lo importante es empezar.

Una de las grandes razones por las que fracasamos al intentar ahorrar es sin duda no poner al ahorro como nuestra prioridad. Es muy común al realizar un presupuesto, si es que lo realizas, comenzar con otros gastos y lo que sobra es lo que destinarás al ahorro. Esta fórmula es la más común, y a la vez la que menos funciona. Más si consideramos que estamos acostumbrados a gastar más de lo que nos ingresa; imposible ahorrar con estos hábitos.

Es por ello que muchos especialistas advierten que es necesario cambiar de fórmula. El ahorro debe ser la prioridad entre tus gastos. Algunos hasta dicen que es una forma de pagarte; la primera deuda que deberás cubrir cada que recibas tu salario será contigo mismo.

Utilizar este pensamiento es sumamente eficaz para justificar tus acciones de ahorro. Poco a poco te obligarás a reducir gastos innecesarios, comenzarás con lo que sabes que no es vital en tu lista y poco a poco te ajustarás, hasta ese día en que el ahorro se convertirá en un rubro sagrado de tu vida.

Una vez que logres pagarte esa cantidad de manera semanal, quincenal o mensual,  comenzarás a fortalecer este importante hábito.  Cuando menos te des cuenta, estarás ahorrando de forma tan sistemática que no lo sentirás.
Lo mejor de todo será que comenzarás a cumplir cada una de las metas que te propusiste y ello a su vez será un aliciente para seguir con este hábito que traerá muchos beneficios a tu planeación financiera.

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