Administrar el dinero se puede convertir en una tarea complicada, pero te damos algunos consejos sobre cómo manejar tus finanzas personales.
Y es que el dinero puede irse tan fácil como abrir y cerrar los ojos, sabemos gastarlo, tal vez eso lo aprendemos de forma automática, el problema viene cuando hay que hacerlo rendir.
1. No gastes más de lo que ganas
Primero que nada, y esto es muy común, debemos sujetarnos a los que ganamos, aunque parezca ilógico y descabellado, siempre gastamos más de lo que ganamos. Generalmente las compras impulsivas son las que nos sacan de balance, acaban con nuestro presupuesto y terminan por dejarnos gastos excesivos, y en la mayoría de las ocasiones innecesarios o superfluos. Para lograr ajustarte a lo que ganas debes ser disciplinado y tener autocontrol ante los miles de bombardeos que recibimos para comprar, aunque no lo necesitemos.
Por ejemplo, cuando vayas al supermercado haz una lista de lo que necesitas, para ello antes debes revisar tu alacena, servirá para que no repitas productos que ya tienes, y por lo tanto gastes de más.
2. Paga tus deudas lo más pronto posible
Solicitar financiamiento no es malo o bueno, depende el uso que le das, lo mejor es ser cumplido y en caso de que tus posibilidades te lo permitan, incluso pagar más para que logres finiquitar tu crédito lo más pronto posible. Tener un historial crediticio impecable será un gran aliado al momento de solicitar créditos mayores a los ya recibidos con anterioridad, así que cuídalo.
No le dejes todo a tu poder mental, las deudas debes incluirlas en tu presupuesto, ello te servirá para tenerlo presente y después para descontar de él la deuda con la que estás comprometido.
3. Ahorro
Tu pago a ti mismo. Si tu forma de ahorrar por años es guardar lo que te sobra después de restar los gastos a tus ingresos, temo decirte que la mayoría de las ocasiones no te servirá nada, por lo tanto, no ahorrarás. Debes invertir tu fórmula ¿cómo? Coloca al ahorro como tu principal gasto, poco a poco te darás cuenta que lo que debes de ajustar serán los demás gastos, pero no estarás sacrificándolo constantemente. El ahorro debe convertirse en un hábito, y te ayudará a cumplir deseos y metas.
4. Genera un fondo de emergencia
No, no es lo mismo que el ahorro, la diferencia sustancial es que mientras el ahorro tiene un nombre y apellido, este rubro te servirá para hacerle frente a imprevistos, así no tendrás que sacrificar tus sueños cada vez que te enfermes, por ejemplo. De acuerdo con los especialistas debes tener por lo menos seis meses de sueldo guardados para enfrentar alguna situación que pueda poner en riesgo la estabilidad de tus finanzas personales.
5. Pon a trabajar tu dinero
Una vez que hayas convertido el ahorro en un hábito, puedes pasar al siguiente nivel, es decir, la inversión. La diferencia sustancial entre el ahorro y la inversión es que la primera sólo es acumulación de recursos, la segunda te permitirá que crezca.
Debes educarte en las inversiones financieras, ya que hay muchos instrumentos y para saber en cuál te conviene invertir debes conocer sus reglas y riesgos, recuerda que no hay ninguna inversión con riesgo cero, todas lo tienen en alguna medida.