Si estás pensando cómo planear unas vacaciones de Semana Santa sin quedarte en la ruina, te decimos cómo lograrlo sin morir en el intento.
Un aspecto fundamental de la educación financiera es aprender a gastar. No se trata de que uno no salga de vacaciones, ni se dé un gusto de vez en cuando, pues si para consentirnos y consentir a nuestra familia también trabajamos; sino más bien de evaluar conforme a nuestro ingreso el nivel de vida que podemos tener.
Partiendo de esto, es natural que quieras disfrutar con tu familia las próximas vacaciones de Semana Santa y en ese sentido, lo ideal es que, como lo hemos platicado en varias ocasiones, hayas ahorrado a lo largo del año para cumplir tu objetivo. Pero también pudo haberse presentado algún imprevisto que te llevó a disponer de una cantidad de lo que venías ahorrando, como una enfermedad, que tu carro se descompuso, se te ponchó una llanta y, a pesar de esto, no tienes porque echar abajo tus planes de salir a vacacionar.
Ante este escenario, ¿qué puedes hacer? Bajar el presupuesto que habías planeado para tus vacaciones y ajustarte a él. Y veamos varios ejemplos:
Si habías planeado irte de vacaciones en avión a Cancún, quizá puedas optar por un lugar más cercano al que puedas llegar con tu automóvil.
Si habías optado tener unas vacaciones “todo incluido”, elige una opción que te permita tener sólo el hospedaje y puedes salir a comer a lugares cercanos, como el mercado del centro de la ciudad, que además de ser un lugar turísticamente muy atractivo, ofrece precios más bajos por alimentos de buena calidad.
Tal vez habías considerado realizar algunas excursiones durante tu viaje. Puedes encontrar varios lugares qué visitar sin que la entrada sea altamente costosa, porque no es lo mismo pagar un acceso, que el de las 3 o 4 personas más que te acompañen durante el viaje.
Olvídate de comprar souvenirs. Si tu presupuesto te lo permite compra una o dos cosas que quisieras tener de recuerdo del viaje, pero no lleves para la tía, la abuelita y el vecino. Son gastos que puedes ahorrarte.
Si a pesar de estos ajustes consideras que vas muy limitado, considera la opción de pedir un préstamo. Recuerda que un crédito para este momento es buena alternativa, siempre y cuando demuestres tu capacidad para pagar lo que pidas prestado.
A lo mejor efectivamente te descompensaste por algún imprevisto que tuviste y tomaste de tu ahorro, pero con un préstamo puedes cubrirlo, salir del apuro ahora que las vacaciones están cerca.