Tras tanto tiempo de encierro tras la reciente pandemia, muchas personas utilizaron las compras como terapia, para calmar la ansiedad de estar encerrados o simplemente como pasatiempo por no tener nada que hacer. Es cierto que la acción de comprar, produce un efecto placentero, sin embargo, esto también puede transformarse en una adicción.
No está mal darse uno que otro gusto de vez en cuando, de hecho, es muy sano. El problema comienza cuando el acceso de compras comienza a impactar en tu economía, dejándote cada fin de quincena en el límite o inclusive, evitando que puedas cubrir tus necesidades mínimas. Es en estos casos, cuando tenemos que tomar cartas en el asunto para evitar un colapso en nuestra economía.
Como bien sabemos, nos encontramos en medio de una crisis económica, por lo que tenemos que tener especial cuidado con nuestros hábitos financieros.
Si eres de esas personas que bien pudieran llamarse compradores compulsivos y quieres dar el siguiente paso para cambiar este mal hábito, te dejaremos algunos tips que te podrán ayudar, por otro lado, si te sientes identificado con alguna de las siguientes situaciones, tal vez sea un foco rojo para tus finanzas personales.
Aléjate de las tentaciones
Si eres de esas personas que se la pasa viendo catálogos de ropa, juegos, cosas para el hogar o cualquiera que sea tu afición y además eres fácil de persuadir con las ofertas, entonces deja de autoflagelarte. Si ya eres consciente que no tienes autocontrol, entonces aléjate de las tentaciones, para aliviar esa ansiedad por comprar, puedes buscar algún pasatiempo más sano.
Lo esencial será mantenerte ocupado y tu mente “en otra cosa”.
Respeta tu presupuesto
Como hemos hablado en muchas ocasiones, si tienes un buen plan financiero, entonces la probabilidad de que tus finanzas se descarrile será muy baja. El problema es cuando no nos apegamos a este plan y comenzamos a tomar dinero que estaba destinado a otras cosas para saciar las ansias de gastar, es en este punto, cuando puedes terminar dejando de lado algunas responsabilidades o inclusive, cosas básicas para tu día a día.
Así que elabora tu presupuesto y síguelo al pie de la letra. Verás que tus bolsillos te lo agradecerán.
Aprende a diferenciar entre necesidades y gustos
Para poder empezar a diferenciar, tus gastos necesarios serán todas esas cosas que realmente son indispensables para tu vida diaria, como son tu renta, servicios, comida, cubrir en tiempo tus deudas etc. Y mientras estos puntos estén cubiertos mes con mes, tu economía no correrá peligro.
Por otro lado, están todas las demás cosas como tener todos los servicios de streaming, salidas con amigos cada fin semana, cambiar de teléfono cada año, adquirir ropa sabiendo que ya tienes de sobra, etc. Aunque sea difícil de aceptar para los compradores compulsivos, esas no son necesidades básicas, por más atractivas que sean las ofertas que te pongan enfrente, por lo no es indispensable tenerlas.
Saber decirse que “no”, también es sano y ponerse límites a uno mismo también. Esto ayudará a que tus finanzas sean más sanas. La siguiente vez que te den ganas de comprar algo y poner al límite tus finanzas, puedes comenzar haciéndote la pregunta ¿Realmente lo necesito?
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