El crédito no sólo sirve para pagar deudas y puedes pedirlo cuando no lo necesitas, el mejor préstamo personal es el que te ayuda a crecer. ¿Cómo? Si has decidido que comenzarás un camino como emprendedor, algunos tipos de préstamos personales pueden ayudarte a lograr tus objetivos.
Algunos expertos consideran que solicitar un préstamo es mucho más inteligente cuando no lo necesitas, la razón es que en ese momento se entiende que tus finanzas personales están sanas, no tienes ninguna deuda o están controladas.
Bajo estas circunstancias, puedes darte el lujo de ocupar de manera inteligente ese dinero, por ejemplo, para un negocio, ésto te ayudará a tener otros ingresos.
Pero no por todo lo anterior debes de pensar a la ligera en un crédito, recuerda que no es una extensión de tu sueldo o ingresos, es un dinero que tendrás que pagar, por lo que deberás comprometer por cierto tiempo tus ingresos y ajustar tus gastos.
Además debes tomar en cuenta que la institución financiera que te prestará el crédito te cobrará una tasa de interés por el monto total, por lo que debes comparala. Otro dato que debes checar es el Costo Anual Total (CAT) del financiamiento, éste se refiere al costo total que implica contratar el producto.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, el CAT está compuesto de, además de la tasa de interés, las comisiones que se integran al costo por el financiamiento, como la comisión por apertura, gastos de investigación, e incluso seguros de vida, todo depende del crédito solicitado.
Una vez que tengas ese dato, realiza tu presupuesto, ya sabes, a tus ingresos les restas tu ahorro y gastos fijos, el remanente es tu capacidad de endeudamiento o pago. ¿Te alcanza para pagar ese financiamiento? Si los números te dicen que sí puedes entonces ahora lo que debes hacer es mantener una buena administración, durante la vigencia del crédito, ello servirá para no desfalcarte.
Por esto, siempre debes planear tus compras pensando que tienes gastos fijos a los que no puedes darles la vuelta, ya que ahora también te has comprometido con un crédito que debes pagar o tu historial de crédito se verá afectado.
En papel todo siempre es mejor, a nadie le cae mal tener un soporte, así que en una agenda, o incluso en tu celular, puedes marcar las fechas límite para tus pagos, ésto para que constantemente te recuerde tu fecha de pago y no pagues intereses por un olvido.
Bien lo dice Sofía Macías, autora del libro Pequeño Cerdo Capitalista, no incurras en olvidos que cuestan y cuestan muy caros, se refiere a los intereses moratorios que se cobran por pago tardío. Así, durante la vigencia de tu crédito debes incluir en tu presupuesto mensual este crédito que has adquirido, para que no pierdas de vista tu objetivo.
Ser responsable con el crédito no sólo habla bien de ti, se registrará en tu historia crediticia. Mantenerla en orden es la mejor manera de seguir siendo sujeto de crédito en futuras ocasiones y tal vez por montos mayores, según te hayas comportado.