Si estás pensando en contratar un seguro de gastos médicos mayores pero no sabes qué considerar antes de elegir, esto es para ti.
Al referirnos a los temas de educación financiera, la previsión no puede faltar. Y en ese sentido, estar preparados para una emergencia médica, es nuestra mejor arma para no sentir un duro golpe en esos momentos de estrés: el anímico y el financiero.
Generalmente las personas consideran que no necesitan un seguro de gastos médicos porque están sanos, pero lamentablemente no se ponen a pensar qué pasaría si llegaran a ser víctimas de un accidente, si tuvieran una enfermedad o enfrentaran algún tipo de discapacidad. ¿Con qué recursos podrían sortear estos momentos dado que el costo de los servicios médicos y medicamentos son muy altos?
Cuándo elegir el seguro de gastos médicos mayores
Por ello, lo importante es que una persona contrate su seguro de gastos médicos mayores cuando esté sano, porque entonces la aseguradora que mide el riesgo de ofrecer el servicio a una u otra persona, considerará que tan apto está para ser susceptible de asegurarse y determinará el costo.
De tal modo que una persona sana y joven, tendrá mejores condiciones al momento de contratar su póliza que una persona adulta que ya ha sido diagnosticada con diabetes o hipertensión, para quienes por cierto, ninguna complicación derivada de estos padecimientos previos estarían cubiertos.
Según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) estos son algunos costos que tendrías que enfrentar en caso de llegar a presentar cualquiera de estos padecimientos:
- Infarto agudo al miocardio: $300,000.00
- Politraumatismo por accidente: $2’500,000.00
- Apendicitis aguda: $150,000.00
- Leucemia: $9’000,000.00
Toma en cuenta que cada compañía de seguros tiene condiciones particulares y políticas internas que es importante que conozcas al momento de contratar.
En este sentido, puedes apoyarte en un agente de seguros que te informará con mayor detalle qué te conviene y qué no incluir en tu póliza para poder contratarla a un buen precio, para cuando la necesites no tengas problemas en hacerla valer.
Recuerda que no contar con un seguro de este tipo es un riesgo que no vale la pena correr, por la tranquilidad de tu familia y los tuyos.
Siempre cerciórate de conocer lo que estás contratando; al final con la asesoría de los expertos puedes tener el seguro que se adapte a tus necesidades. No es cierto que las aseguradoras no pagan, pero para ello siempre ten claro qué es lo que estás contratando.