¿Ya no sabes cómo resolver los compromisos económicos que adquiriste? Te ofrecemos una serie de consejos sobre cómo salir de deudas.
Una de las razones por las cuales las deudas se nos salen de las manos es porque no conocemos o no queremos reconocer nuestros límites.
Saber hasta dónde puedes gastar es un principio básico para tener finanzas personales saludables, si no lo reconoces y andas derrochando sin pensar cómo lo pagarás, definitivamente se convertirá en un problema de sobreendeudamiento.
El primer paso cuando ya te sucedió es intentar un acercamiento con tu acreedor, plantéale tu situación y solicita algún convenio o reestructura que te pueda ayudar a terminar con este problema, que seguramente no te deja ni dormir.
Una vez que logres este acercamiento y el convenio, es necesario que emprendas un plan de austeridad, así como lo lees, no puedes seguir gastando de la manera como lo venías haciendo, ya que ello provocó esta situación.
Acercarte al acreedor será un punto a tu favor, porque se dará cuenta que tienes la voluntad de pagar, pero si ya lo lograste ahora debes cumplir al pie de la letra lo establecido.
Por ello es necesario que comiences con un plan de reducción de gastos, sí, seguramente habrá algunos que no puedes eliminar, porque son necesarios, pero rascando entre tus gastos hormiga encontrarás muchas fugas de dinero que te servirán para soportar esta nueva realidad.
Un ejemplo claro de los gastos hormiga son los cafés, dulces, cigarros y las salidas a comer; cambia tus hábitos lleva el café preparado desde tu casa, así como la comida, incluso tu desayuno. También, en la medida de lo posible, bájale al consumo de golosinas, te sorprenderás cuando descubras cuándo gastabas en todos estos rubros.
Un error común que se comente ante una situación de desesperación es solicitar un crédito para pagar otro, lo cual sólo te hundirá más. Las deudas no se pagan con deudas, asegura Ángel González Badillo, director general de la Organización Nacional para la Defensa del Deudor.
No te dejes llevar por la desesperación y piensa mucho tus alternativas, agregarle una raya más al tigre no lo es, así que descarta por completo está opción.
Finalmente debes saber reconocer el problema a tiempo, es más complicado cuando las deudas ya están en un momento complejo, aprende a reconocer cuando las cosas ya se te salieron de las manos para que puedas tener un abanico más amplio de opciones que te permitirán salir de lo que parece ser un callejón sin salida.