Hablar de dinero, planeación, ahorro y gasto no es un tema exclusivo de adultos, sino algo primordial en la educación financiera para jóvenes. Muchas veces creemos que la educación financiera nos compete a quienes ya iniciamos nuestra vida laboral y comenzamos a generar ingresos, pero la realidad es que desde muy jóvenes podemos iniciar con buenos hábitos financieros.
Según una encuesta elaborada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el 87 por ciento de los jóvenes mexicanos no tiene ahorro para el retiro, y 61 por ciento no ha pensado en ese tema. Los datos evidencian un desconocimiento de la educación financiera en la juventud mexicana, una falta que a largo plazo resulta gravísimo tanto en la economía personal como en la familiar.
Esta es una realidad alarmante para la juventud mexicana, si consideramos que en esta época los jóvenes cuentan con menos gastos y por ende podrían aportar más recursos a su plan de ahorro. La falta de una visión a largo plazo es el preámbulo para descalabros financieros a futuro.
Por si fuera poco, un gran porcentaje de la población en México es jóven y se espera continúe la tendencia demográfica durante los próximos años. Los jóvenes son y serán los principales usuarios de los servicios financieros, por lo que la falta de educación sobre el uso del dinero en este segmento puede generar no sólo problemas al interior de una familia, sino de la propia economía nacional.
Veamos algunos datos; según el Consejo Nacional de Población y sus Proyecciones de Población 2010-2050, de seguir la tendencia demográfica actual se sumarán 32 millones de mexicanos para el 2050, para un total de 150 millones. A esto sumemos que la esperanza de vida seguirá en aumento para ubicarse en casi 80 años. En tanto, la población más joven del país, con edades de entre 12 y 29 años, alcanzará los 37 millones de personas, lo que representará más de un tercio de la población total.
¿Cómo empezar a adentrarnos en el tema de la educación financiera para jóvenes?
Para este tema no hay edades y entre más pronto se pueda inculcar a los hijos será mucho mejor. Comenzar por ahorrar, que vean que echas unas moneditas al “cochinito” de la alcancía e invítalos a hacer lo mismo, es muy importante para comenzar a establecer una relación sana con el dinero.
En el tema de los jóvenes, los papás tienen que motivarlos a trabajar en generar ahorros a partir de lo que les den para el gasto de la escuela o del típico “domingo” de los abuelos. Orientarlos para después utilizarlo en algún gusto, pero que resulte también productivo. Si quieren comprar unos zapatos, algún libro o videojuego que sea de su interés, que aprendan a comprarlo con sus ahorros. Eso los motivará a seguir ahorrando y a saber que tras hacerlo obtendrán una recompensa.
Existen también otro tipo de productos financieros como cuentas bancarias, en las que el titular es el papá pero puede hacerle transferencias o depósitos. De esta manera el padre educa al joven sobre el dinero electrónico, una interacción actual en el manejo del dinero.
Finalmente, existen talleres que involucran a los jóvenes con estos temas, como los que ofrece el Museo Interactivo de Economía (MIDE), a los que no solamente acudirán a divertirse, sino que encontrarán muchas cosas de las cuales aprender sobre ahorro, crédito, gasto, seguro y presupuesto, entre otros.