Se acerca el Buen Fin, y con ello la tentación de gastar y poseer algunas necesidades o carprichos, con la promesa de una ganga. Así que entremos en materia.
¿Conviene gastar en el Buen Fin?
Si es un producto que necesitas, y que de cualquier forma comprarías fuera de la promoción, ¡entonces adelante! Estás generando un ahorro al comprar un producto más barato. Si es un capricho, o un producto deseable, entonces hay que pensarlo mejor, pues depende si ese deseable lo adquieres con deuda o no.
¿Puedes pagar el producto de contado?
Con esto me refiero a que tienes dinero ahorrado, o que aún cuando lo pagues con tarjeta serás totalero (liquidando el total antes de que tu tarjeta genere intereses). Si la respuesta es sí, entonces adelante. Si la respuesta es no, entonces mucho cuidado. Te recomiendo no comprarlo aún cuando el precio de lista sea más barato que en otras épocas del año. Endeudarte para comprar un producto que no es de primera necesidad no es recomendable. Pero no creas sólo en lo que yo te digo; vamos a hacer un ejercicio…
Supongamos que quieres comprar una televisión de 10 mil pesos, pero no cuentas con los fondos. Así que decides pagar la compra con tu tarjeta de crédito, que tiene una tasa “preferencial” del 35% anual. Para simplificar el ejercicio, supongamos que sobre esta sola compra realizas el pago mínimo de tu tarjeta para no caer en mora (Ojo: el pago mínimo es diferente al pago total para no generar intereses). Considerando que en México la ley dicta que deberás de pagar dentro del pago mínimo al menos el 1.5% de capital (y el resto interés), entonces proyectemos los pagos de tu tele a 3 años que financiaste con tu “baratísima” tarjeta de crédito:
En esta tabla notarás que después de 3 años de pagar mínimos sobre este producto, has pagado ya un total de $13,661.32. ¡Pero oh sorpresa, pues sólo $4,196.31 se fueron al pago del capital inicial para comprar la tele! Así que a pesar de haber ya pagado más que el valor original de la tele, todavía debes más de la mitad ($5,803.69). ¿Ves la importancia de evitar este tipo de compras impulsivas con tu tarjeta? Supongamos que la tele tenía un descuento del 30% (de 13 mil estaba rebajada a 10 mil), y que después de 3 años te llega una lanita para liquidar anticipadamente tu deuda. Entonces habrás pagado $13,661.32 + $5,803.69 = $19,465.01 (casi el doble) por tu tele. En lugar de ahorrarte 3 mil pesos por el descuento, terminaste pagando $6,465.01 adicionales ($19,465.01 – $13,000). Cuidado con las promociones de meses sin intereses, pues si bien puedes ahorrarte intereses durante algunos meses, después la deuda puede alcanzarte. Recuerda que aún cuando sea a meses sin intereses, si no tienes para pagar el capital completo cada mes (por ejemplo 10,000 a 6 meses sin intereses = $1,667 por mes), entonces tu deuda que nació sin intereses sí generará intereses a la tasa del 35% de tu tarjeta, o peor aún, podrías caer en mora y dañar tu historial crediticio.
¿Qué recomiendas hacer con el Buen Fin?
El mejor uso de tu dinero en el Buen Fin (más si te adelantaron tu aguinaldo para aprovechar este prestigioso evento), y estás endeudado, es pre-pagar otras deudas. ¿Por qué? Imagínate ahora que tienes 10 mil pesos para gastar en tu tele por tu aguinaldo. Así que no incurrirías en una deuda adicional para comprar la tele. Sin embargo, vienes arrastrando deudas en tus tarjetas de crédito (supongamos a la misma tasa del 35%). Así que mejor no 1) compres tu tele, 2) no inviertas tu dinero (a menos que la inversión te dé una tasa mayor al 35% anual, que es imposible), sino 3) ¡PREPAGA TU ADEUDO PARA AHORRAR UNA GRAN CANTIDAD DE DINERO EN PAGOS DE INTERÉS INNECESARIOS!
Conclusión
- Si quieres comprar en el Buen Fin, sobre todo productos deseables, evita hacerlo con deuda.
- Si has ahorrado para realizar compras en el Buen Fin, pero estás endeudado con deudas caras (i.e., tarjetas de crédito), evita realizar las compras y prepaga tus adeudos.
- Si has ahorrado o tienes el monto para ser totalero, y no estás arrastrando deudas caras, entonces aprovecha este Buen Fin 2017 y mucha suerte en tu búsqueda de gangas.
*Este artículo es una colaboración de Gerardo Obregón, Director General y fundador de Prestadero